¿Has escuchado esa frase del popular empresario estadounidense Jim Rohn? autor y orador motivacional, fuerte influencia dentro del sector del desarrollo personal.
Según un estudio del comportamiento humano, cuando nos rodeamos de gente de unas determinadas maneras de pensar, es más fácil adoptar esas mismas ideas e ideologías.
Si eres de los que en este momento estás pensando que esta teoría no te afecta ya que consideras que tienes una personalidad y un carácter lo suficientemente firme como para no dejarte influenciar por los demás o para no adquirir su mismo estilo de vida, estamos totalmente de acuerdo contigo. No todas las personas son igualmente receptivas y maleables.
La clave está en comprender que si nos rodeamos con gente positiva, amable, educada, honesta y exitosa, nos beneficiaremos de ese positivismo.
Si nos rodeamos de gente intrigante, negativa, conflictiva o tóxica, nos atrapará en esa energía negativa y dificultará que podamos atraer situaciones positivas o un estado mental y anímico deseable. El negativismo que rige nuestros pensamientos es en su mayor parte aprendido de otros.
Extrapolando esta teoría a un plano más profesional, Robert Kiyosaki dejó patente en uno de sus libros lo siguiente: Ten cuidado a quién pides consejo. Yo recibo consejos de personas que están dónde yo quiero llegar.
Enfoca en rodearte de personas que aporten valor a tu vida, con aspiraciones similares a las tuyas, y a las que admiras. Verás como poco a poco aprenderás de sus comportamientos y actitudes, las cuáles seguro te ayudarán a acercarte a tus metas en la vida. Además de aspirar a rodearse de aquellos con los que se puedan crear sinergias positivas exponenciales, entendiéndose el concepto de sinergia como el momento en que el todo es mayor que la suma de las partes.