Así como se categorizan los proveedores de servicios, también se clasifican los clientes.
“La guía es compañía de quien mentoriza y respeto y obediencia de quien recibe”. Atender los detalles de visualización de la Marca Profesional, eso también es responsabilidad del acompañamiento a nuestros clientes. ¡Apoyo y soluciones! Esa es la misión de una firma de servicios.
Al tenor de esa idea y para el caso del clientes, atender, ser guíable y respetar la veteranía de quien crea y dirige las acciones de sus incipientes negocios o proyectos, es una cuestión mandatoria, que lejos de “egos” se acerca a “sabiduría, inteligencia y aprovechamiento” de los servicios contratados para acelerar metas.
No competir ni rivalizar a sus asesores, consultores, mentores o Coaches, es pura inteligencia de desarrollo y crecimiento. Es sin atisbo de duda alguna, hacer un buen aprovechamiento de su inversión de tiempo y recursos. En nuestro equipo siempre reiteramos : “la guía es compañía, para quien sabe gestionar sus emociones y complejos, transformándolos el crecimiento y respeto”. Aprovecha la gran oportunidad que representan ciertas personas/profesionales que llegan a tu vida.
Recordando siempre el adagio comercial de: “Sólo hay algo peor que no tener clientes, y es tener malos clientes”, recapitulemos brevemente sobre a quién llamar potencial o cliente ideal:
Una persona que:
Sabe ejecutar
Sabe escuchar
Sabe preguntar
Sabe consensuar
Sabe respetar
Sabe diferenciar
Sabe pagar
Sabe aprender
Sabe reconocer
Sabe perdurar
Sabe fidelizar
Quien recibe un servicio también puede ser evaluado por quien lo da, y seleccionado o no. La máxima “el cliente siempre tiene la razón”, quedó muy atrás, para convertir la “experiencia de servicio” en un híbrido de correcta acciones y conductas de parte y parte (proveedor de servicios y cliente consumidor).
¿En está categoría, pregúntate donde se encuentra tu reputación como cliente?