“Las barreras mentales son en gran medida la razón del estancamiento de profesionales, que sin notarlo se deforman en el tiempo y se vuelven obsoletos en su quehacer u oficio, saboteando su propio éxito”. Las ideas, pensamientos o valoraciones limitantes, que provienen de un sin número de estímulos de experiencias que hemos tenido a lo largo de la vida, deben ser segmentados a conciencia, para sólo elegir aquellos que no obstaculicen nuestra eficiencia profesional y bienestar humano. La frase comúnmente utilizada:” los límites son mentales”, no es un cliché, sino una realidad manifiesta en las personas con mayor fuerza de pensamiento o en efecto contrario, en las personas con mayor debilidad en sus ideas.
Esta no debe ser confundida con la realidad de la “mayor o menor probabilidad”, la cual sí en muchas ocasiones, está más limitada por variables fuera de nuestro control. El poder del autoestima, la consistencia de nuestras convicciones, la clara auto-definición de los que somos y cómo somos sin importar los criterios que definen “la masa” y aplaudidos por la misma, la visualización de nuestros objetivos, las horas de trabajo enfocado, el respeto al talento ajeno y a la necesidad que todos tenemos de este, la grandeza de reconocer en el otro las capacidades que superan las nuestras, las destrezas blandas, la observación, la prudencia y discreción como valores humanos, son herramientas importantes para deshacer esas barreras abstractas que no nos permiten avanzar hacia los sueños y metas deseadas. Cuando nuestro crecimiento profesional se apoya en un pensamiento de poder y optimismo, capaz de planear como ave en vuelo libre, somos capaces de superarnos a nosotros mismos y notamos cómo nuestros objetivos pueden alzarse, elevarse cada vez a más, trascendiendo barreras, circunstancias o personas limitantes. Autogerenciar tus ideas también es parte de tu trabajo diario. Feliz inicio de una semana grandiosa.